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lunes, 27 de abril de 2020

Hábitos que deben cambiarse para prevenir el cáncer

Cada uno de nosotros teme al cáncer tanto que su desarrollo significa el fin de la vida del individuo. Por cierto, la incidencia del cáncer está aumentando en todo el mundo porque a medida que la esperanza de vida mejora, las tasas de cáncer aumentan y también lo hacen las muertes por cáncer.

Estadísticamente, la incidencia de cáncer y muertes por cáncer es mayor en los países en desarrollo debido a su creciente población, viven más y se vuelven cada vez más susceptibles a los cánceres asociados con los estilos de vida industrializados. 

Además, los países en desarrollo tienen menos recursos para enfrentar el problema.

La OMS predice que se espera que los casos de cáncer aumenten un 57% en todo el mundo en los próximos 20 años, un "desastre humano" inminente que requerirá un enfoque renovado en su prevención.


Pero la buena noticia es que los cánceres se pueden prevenir y se pueden evitar si se aplica el conocimiento médico actual. 

La enfermedad se puede abordar abordando los factores del estilo de vida, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la dieta y el ejercicio. También se pueden prevenir mediante la adopción de programas de detección y mediante vacunas en el caso de los cánceres desencadenados por infecciones, como los cánceres de cuello uterino y de hígado.

Los hábitos de vida deben ser cambiados para prevenir el cáncer.

Hay ciertos hábitos de estilo de vida que deben eliminarse para prevenir el cáncer:

Fumar: fumar cigarrillos libera cientos de químicos tóxicos en el aire. De esos químicos, alrededor del 70% puede causar cáncer. Incluso se dice que el humo de segunda mano es una causa de cáncer. 

Los cigarros son aún peores porque uno grande emite aproximadamente la misma cantidad de humo de segunda mano que un paquete completo de cigarrillos. No existe una "cantidad segura" de humo de segunda mano ya que incluso los niveles bajos pueden ser perjudiciales.

Obesidad: el tejido adiposo extra produce cantidades excesivas de estrógeno y otras hormonas que pueden estimular el crecimiento y la proliferación celular, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer. La obesidad también puede causar inflamación crónica, que con el tiempo puede dañar el ADN que causa el cáncer. La obesidad se asocia con un mayor riesgo de colon, senos en mujeres posmenopáusicas y cáncer de endometrio, entre otros.

Exposición a la luz solar: la exposición excesiva al sol puede provocar cáncer de piel. El uso de protector solar puede ayudar a prevenir el cáncer de piel, pero debe ser del tipo correcto, de amplio espectro, SPF 30 o superior y resistente al agua.

Edad: una cuarta parte de los casos nuevos de cáncer se diagnostican en personas de 65 a 74 años, según el Instituto Nacional del Cáncer. Aunque este es un factor no modificable, una fuerte evidencia muestra que una dieta con una variedad de alimentos vegetales como verduras, frutas, granos enteros y frijoles ayuda a reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer.

Estilo de vida sedentario: puede conducir al desarrollo del cáncer. Científicos en Alemania analizaron 43 estudios observacionales, que incluyeron a más de 4 millones de personas y casi 70,000 casos de cáncer, encontraron que dos horas adicionales de conducta sedentaria al día estaban relacionadas con un aumento del 8 por ciento en el riesgo de cáncer de colon, un aumento del 10 por ciento en el cáncer de endometrio riesgo, y un aumento del 6 por ciento en el riesgo de cáncer de pulmón, incluso entre personas que de otro modo eran físicamente activas.

Exposición a la luz artificial en la noche: los científicos han descubierto que exponer nuestros cuerpos a la luz artificial en la noche aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como los senos y la próstata, que requieren hormonas para crecer. 

Una posible explicación es que la exposición a la luz artificial durante la noche suprime la producción de melatonina, una hormona que ayuda a controlar el ciclo del sueño y también es un poderoso antioxidante. Los niveles más bajos de melatonina están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de mama, ya que existe evidencia de que las mujeres, que trabajan en turnos nocturnos, han mostrado tasas ligeramente más altas de cáncer de mama.

Incapacidad para decir no a otra bebida: si las personas exceden el límite diario recomendado de consumo de alcohol de dos bebidas para hombres y una bebida para mujeres, tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, específicamente el de la cabeza y el cuello, el esófago, hígado y mama.

Asar a la parrilla o freír carnes a temperaturas más altas: esto conduce a la producción de HCA (aminas heterocíclicas) y HAP (hidrocarburos aromáticos policíclicos), sustancias químicas que han demostrado causar cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Herencia: el cáncer es una enfermedad genética, ya que se debe a ciertos cambios en los genes que controlan el funcionamiento de nuestras células, especialmente la forma en que crecen y se dividen. 

Los cambios genéticos que promueven el cáncer pueden ser heredados de nuestros padres si los cambios están presentes en las células germinales, que son las células reproductivas del cuerpo (óvulos y espermatozoides). Incluso si un cambio que predispone al cáncer está presente en una familia, no todos los que lo heredan necesariamente desarrollarán cáncer.

No hacer suficiente ejercicio: una gran cantidad de estudios de investigación a nivel internacional han demostrado que el ejercicio regular, siempre que aumente el ritmo cardíaco, puede ayudar a prevenir el cáncer o disminuir el riesgo de que regrese. 

Un buen objetivo es hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día casi todos los días de la semana. Las actividades de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, pueden ser suficientes, aunque hay más beneficios con una mayor intensidad. Además, la adición de algo de entrenamiento de fuerza por lo menos tres días a la semana dará más dividendos.

La línea de fondo -

Si alguien descubre que uno ha desarrollado cáncer, lo asustará muchísimo, sacudiendo al individuo gravemente de por vida. Desafortunadamente, la incidencia de diferentes tipos de cáncer está aumentando en todo el mundo. En vista de la tendencia actual, uno tendrá que abandonar los hábitos de vida que lo predisponen al desarrollo del cáncer.

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