El melanoma maligno es la forma más rara y más mortal de cáncer de piel. Afecta a los melanocitos (las células que producen melanina, el pigmento de la piel) y parece ser más frecuente entre los habitantes de las ciudades que entre los que trabajan fuera. Esta aparente paradoja se debe a que los datos científicos indican que la exposición al sol episódica resultando en quemadura está vinculada a melanoma, pero la exposición constante no es.
El melanoma no se produce necesariamente en áreas del cuerpo expuestas al sol que contribuye a la creencia de que está vinculado a breves períodos intensos, de la exposición al sol y una historia de quemaduras graves en la infancia o la adolescencia.